Tuber brumale se expande en las nuevas plantaciones de Tuber melanosporum. El problema puede ser importante y hay que entenderlo en su justa medida para revertir el proceso.
España, Francia e Italia, por su climatología mediterránea, lideran la producción de Tuber melanosporum a nivel mundial. En la última década se ha incrementado notablemente en España la superficie dedicada a plantaciones truferas. En Francia e Italia este nuevo cultivo, ha tenido un mayor recorrido. Por tanto, los truficultores cuentan con más tradición, y con una normativa más intensa que regula los usos inadecuados, y que protege de esta contaminación.
La problemática de la contaminación por Tuber brumale
A pesar de ello, en lo que se refiere a contaminación por otras especies de trufas con mucho menor interés comercial, los tres países tienen actualmente una problemática parecida:
1.- Actualmente existe una contaminación de plantaciones truferas por Tuber brumale más allá de lo esperado, y más allá de lo conocido por sus propietarios, por los viveristas y por la Administración.
2.- No es tan fácil como se dice diferenciar a Tuber brumale de Tuber melanosporum. La variabilidad fenotípica es tan elevada que cuando hemos realizado análisis genéticos de lotes de comerciantes, truficultores, viveristas y técnicos de gran prestigio incluso hemos detectado en ellos Tuber brumale.
3.- Se requiere una mayor control de la Administración
Las causas de la contaminación por trufas no deseadas
- Se han realizado plantaciones truferas sin los controles y garantías adecuados y sin el suficiente conocimiento de la materia.
- Algunas técnicas de cultivo aplicadas potencian a veces a especies no deseadas. Por ejemplo, un riego excesivo potencia a Tuber brumale frente a T. melanosporum.
- Productores de plantas y sustratos truferos que no realizan los controles adecuados contaminan plantaciones.
- Truficultores que se sienten inseguros al comprar sus productos a ciertas empresas prefieren fabricarse ellos mismos sus productos. Sin embargo, no poseen los conocimientos técnicos y científicos adecuados, difundiendo aún más la contaminación por especies no deseadas.
El problema de la identificación de trufas
No hay dos hongos iguales. Según el estado de maduración de los carpóforos serán más o menos parecidos al prototipo de la especie. Por ejemplo, entre las tres especies de trufas que hemos seleccionado para este artículo, existen situaciones intermedias según el estado de maduración y las condiciones ambientales. Esto hace a veces casi imposible una segura identificación por el truficultor novel, y en ocasiones hasta por el técnico.
Entonces es el momento de recurrir a la microscopía óptica. Y cuando ni siquiera esto resulta concluyente, habrá de confirmarse mediante técnicas moleculares consistentes en análisis genéticos, o en todo caso no usar esas trufas inseguras.
Resumiendo: para evitar la expansión de trufas no deseadas los truficultores han de conocer con certeza las trufas que introducen en sus plantaciones. Necesitan garantías de los Viveros y de los productores de sustratos. La tecnología de los análisis genéticos puesta a disposición de la truficultura es una herramienta importante para ello.