Es una combinación de un extracto metabólico con factor mitogénico del sistema radicular, que además de incidir en la emisión de nuevos pelos absorventes, facilita la comunicación entre la planta y el hongo productor de trufas. De esta forma, el desarrollo de nuevas raíces tróficas donde se instalarán las hifas fúngicas unido a la facilitación de la comunicación entre ambos simbiontes, provoca un incremento de la tasa de micorrización.

Los productos y exudados naturales emitidos por los microorganismos contenidos en este producto provocan respuestas en las funciones reproductivas del hongo, que desencadenan la producción de trufas. De esta forma se provoca un aumento de la producción de trufas de la plantación trufera.

Revitaliza las plantas truferas, las que no crecen, o sufren un estado de aparente parada vegetativa o fisiológica permanente, con desarrollo retardado y escaso de la parte aérea.

Estimula la microfauna y microflora, así como el desarrollo radicular. Mejora las propiedades químicas y biológicas del suelo. Desbloquea nutrientes del suelo (Fósforo y Potasio). Reduce la pérdida de agua. Mejora la tolerancia al estrés.

El truficultor no puede perder de vista que para el desarrollo de la trufa se requiere, también, un árbol anfitrión estable y productor de los hidratos de carbono que el hongo necesita para vivir; una planta sana, vigorosa y sin carencias, ni patologías.

Está indicado para estimular la actividad metabólica de la planta. Produce CO2 por oxidación y favorece la fotosíntesis, transportando micronutrientes hasta la raíz de la planta.

Elicitor de mecanismos de defensa naturales contra otros microorganismos patógenos y competidores. De esta forma se consigue que prospere con más facilidad la simbiosis micorrícica y que permanezca más tiempo funcional.

La fase líquida de este compuesto es la más asimilable de todos los productos de nuestra gama. Las plantas la absorben con facilidad y los resultados suelen ser más rápidos. No tienen que esperar a que se produzca una dilución del producto sólido de forma natural mediante la lluvia, o de forma artificial mediante el riego.

Es eficiente y viable durante los primeros años tras la plantación. También después, pero la planta lo suele necesitar más durante la etapa de juventud, hasta que se hace con un sistema radicular estable y autónomo. No añadimos más componentes que los que consideramos adecuados para esta fase de la plantación.